Se miraba de lejos, lo esperaba. El sol mientras tanto torturaba mi piel, insistía en provocarle heridas. Traté de refugiarme, no había arboles cerca. Giré la vista y estaba mas cerca... no se detendría, cada vez mas y mas cerca. Mis manos se empezaban a sentir pesadas, mis pies parecieran echaron raíz... Quiero moverme, irme de aquí. El sol inquisitivamente ardía sobre mi piel.
-Pronto! Es tarde...
Se acercaba mas y mas, mi cuerpo pesaba.
Había esperado esto por un largo rato, tenía la boca seca, quería gritarlo.
Por fin llegaba hasta mi...
... Me subí al camión.
martes, 27 de septiembre de 2011
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